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Curso fotografía online gratis

Fotografía para todos: cursos online gratuitos

¿Te gustaría aprender más de fotografía y no sabes cómo hacerlo? ¡No te preocupes! En este artículo te contamos sobre cursos online de fotografía, en los que aprenderás técnicas básicas y avanzadas, para hacer capturas espectaculares y perfeccionar tu técnica. Por que en Emotions nos apasiona la fotografía y hacer de los momentos inolvidables un recuerdo para siempre ❤️

Qué cámara y equipo elegir

Ten presente que el equipo que elijas definirá los límites que tendrás a la hora de tomar fotos.

Para comenzar a practicar te recomendamos una cámara reflex de gama baja, ya que funciona en modo manual y con lentes intercambiables. Hoy hay muchas alternativas de bajo costo en el mercado.

¿Digitales o análogas? ¿Compactas o reflex? ¿Qué lente comprar? El artículo de Dzoom responderá todas las dudas que puedas tener antes de invertir en tu primer equipo.

También encontrarás una guía práctica con conocimientos básicos de Photoshop, y otra con datos para comprar el trípode perfecto. Puedes conocer más en este link.

Curso básico de Fotografía

Como en todo arte, hay algunas reglas básicas que debemos seguir para tener éxito y capturar imágenes increíbles.

En Thewebfoto, el sitio del fotógrafo español Jesús Rodríguez, aprenderás los conceptos básicos. Desde el manejo de la cámara, hasta el uso de accesorios como filtros y el fotómetro.

Rodríguez explica fácil y simple cómo usar parámetros como la velocidad de obturación, la apertura de diafragma y la ISO, que son clave a la hora de capturar la luz. Revisa el curso completo ACÁ

Curso completo

El fotógrafo francés Alex Buisse desarrolló en reddit uno de los cursos de fotografía digital más completos de la web.

Aunque está en inglés, vale la pena revisarlo para aprender más sobre la exposición, el uso de la cámara, el retoque digital y la composición.

Ahí explica con buenos ejemplos algunos puntos que no son fáciles de aprender al principio, como la razón de por qué elegir disparar en RAW y no en JPEG, o en qué momentos es bueno romper las teorías básicas de la composición. Encuentras el curso completo en este LINK

Composición en Fotografía

La fotografía es el arte de capturar la luz dentro de un cuadro, y en ese sentido la composición es uno de los factores más importantes a la hora de hacer una imagen.

Lo mejor es que no necesitas una cámara profesional ni lentes caros para componer una buena foto. Al contrario, lo único que requieres es entrenar tu ojo para que puedas distribuir los elementos y el espacio dentro del cuadro.

En este curso de la web Tutellus aprenderás con videos breves y muy explicativos, las principales teorías para distribuir las líneas. Entenderás cómo se comportan y relacionan los colores, y todo lo que necesitas saber para componer una imagen impactante. Revisa el curso completo AQUÍ

 

Día Internacional de la Paz, fotografía de guerra

La Fotografía de Guerra y sus Principales Referentes

 

 El alma de una fotografía es altamente reconocible cuando nos encontramos frente a hechos reales, que nos identifican y que van más allá de algo ficcionado y creado para expresar. Nos logran cautivar y transmitir una emoción de inmediato. Una de las corrientes que cumple esa función es la fotografía de guerra, que fue una tendencia que destacó, sobretodo en la segunda guerra mundial, por registrar conflictos armados en diversas parte del mundo, donde la vida humana se torna frágil y logra ser traspasada a una imagen para ser recordada en el tiempo.

No siempre nos encontramos con fotografías que se ligan con el arte, ya que acá es donde se marca la diferencia entre mostrar o expresar. El movimiento del fotoperiodismo, que ha sido altamente reconocible por la fuerza de sus imágenes, se puede clasificar según el uso que el fotógrafo de a su cámara para lograr que una imagen obtenga un punto de vista, ya que puede mostrar un contexto o situación, o desarrollar a partir de elementos reales, una composición que entregue un mensaje.

Roger Fenton - Fuerzas Armadas Británica

Roger Fenton – Fuerzas Armadas Británica

El pionero en la fotografía de guerra que se conoce es el artista británico Roger Fento que en 1855 y por un encargo del propio estado viaja a la Guerra de Crimea para capturar el conflicto, pero de otro punto de vista, ya que el encargo era no mostrar los verdaderos horrores de la guerra para la sensibilidad de los familiares de los soldados. Luego en el siglo XX, encontramos a Robert Capa de nacionalidad Húngaro, un importante referente de este estilo quien fue testigo de más de 6 grandes conflictos, el primero de ellos, la guerra civil española en 1936.

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CHINA. 1938. Robert Capa © International Center of Photography

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ITALIA. 1943-1944. Segunda Guerra Mundial. Robert Capa © International Center of Photography

Uno de lo más influyentes es James Nachtwey, actual fotógrafo autodidacta y marino que se involucró en la fotografía bélica con sus influencias desde la guerra de Bagdad y los movimientos Afroamericanos. Galardonado con más de 10 premios a lo largo del mundo, fotógrafo de la Revista Time, miembro de la agencia Magnum y con exposiciones en Roma, Francia y New York, ha logrado que sus obras se destaquen por el alto impacto visual y delicado sentido estético.

James Nachtwey

James Nachtwey, Rwanda 1994

James Nachtwey

James Nachtwey

Y por último encontramos a Paul Hansen, fotógrafo sueco que trabaja para el diario Dagens Nyheter, y que consiguió el premio World Press Photo en el año 2013, tras capturar el funeral en el conflicto de Gaza de dos niños y su padre.

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“Tardaré mucho tiempo en poder sobrellevar emocionalmente lo que ocurrió aquel día” Paul Hansen

Actualmente, en los conflictos del medio oriente, se ha ido masificando esta corriente, encontrando famosos fotógrafos como Ron HavivManu Brabo y Remi Ochlik que con las nuevas tecnologías han logrado realizar su arte, que conlleva valor, humanidad y una fuerza constante para enfrentarse a una realidad que existe, y que no muchas veces vemos.

Manu Brabo / www.manubrabo.eu

Manu Brabo / www.manubrabo.eu

Campo de concentración Serbia - Ron Haviv / www.ronhaviv.com

Campo de concentración Serbia – Ron Haviv / www.ronhaviv.com

Remy Oshlik / www.ochlik.com

Remi Ochlik / www.ochlik.com

Fuente: https://galaxiaup.com/author/juan-pablo-faus/ 

Guía Completa para Dominar el Encuadre en Fotografía (Dzoom)

Encuadrar fotografías es, sin duda, una de las partes más importantes del proceso creativo del fotógrafo. Antes de componer definitivamente una fotografía tendremos que encuadrar, es decir, decidir qué porción de la escena que ven nuestros ojos va a entrar dentro de nuestra captura.

En esta guía vamos a aprender a observar como fotógrafos y a seleccionar el área que vamos a capturar, primero con los ojos y luego con la cámara.  ¿Quieres saberlo todo acerca del encuadre? Quédate conmigo y conoce todos los secretos para encuadrar fotografías como un experto.

 

El Encuadre: ¿Qué es?

El encuadre es el fragmento de espacio que va a captar el objetivo de tu cámara, y por ende, el plano que se obtendrá cuando se realice la captura. Cuando observamos un espacio, primero encuadramos con los ojos y, cuando hemos decidido que lo que vemos es digno de capturar, entonces encuadramos con nuestra cámara. Es ahí dónde comienza el proceso creativo de la composición.

Podríamos decir que encuadrar vendría a ser la antesala del proceso compositivo que lleva a cabo un fotógrafo para hacer una fotografía. Es ese primer momento en el que elegimos y organizamos los elementos que van a formar parte del contenido de nuestra imagen.

Aunque también es cierto que cada uno encuadra a su manera. Puede que ya conozcas tanto tu cámara que seas capaz de encuadrar anticipadamente con solo echar un vistazo para luego componer. O puede que mires a través del visor de tu cámara y vayas encuadrando y componiendo al mismo tiempo. También existe la opción de disparar fotografías para luego reencuadrarlas y recortarlas en un programa de edición. Luego veremos en qué consiste la técnica del reencuadre.

Sea como sea, para realizar una buena composición entrarán en juego otros muchos aspectos como la ubicación de los elementos, el enfoque, la perspectiva o la iluminación. En esta guía vamos a centrarnos únicamente en el encuadre, por lo que si estás interesado en saber más acerca de las reglas y secretos de la composición, te invito a que eches un vistazo a estos artículos específicos:

Tipos de Encuadre

Los tipos de encuadre se clasifican de diversas formas según el autor, pero yo los he clasificado según dos aspectos diferenciados. Por un lado, según la relación de aspecto del encuadre, que tiene que ver con el formato o recorte de la imagen. Y, por otro lado, según la orientación de nuestra cámara al tomar la captura. Veamos ambas clasificaciones por separado.

Encuadres Según la Relación de Aspecto

Como ya sabes, la relación de aspecto o formato de una imagen es la proporción entre su altura y su anchura. El hecho de delimitar nuestra imagen dentro de un formato u otro va a ser crucial, ya que influirá en la lectura e interpretación de nuestra captura. Vamos a conocer algunas de las relaciones de aspecto más utilizadas en fotografía (aunque hay muchas más).

4:3 Horizontal: Era la proporción más habitual en las cámaras compactas tiempo atrás. Actualmente, la relación de aspecto más frecuente es de 3:2. También era el antiguo formato utilizado para televisores y ordenadores.

3:2 Horizontal: Es el estándar universal en fotografía con el que suelen disparar automáticamente la mayoría de cámaras de hoy en día. Es la relación de aspecto que se usaba en los 35mm de las películas analógicas y es reconocido como el formato que mejor corresponde a la visión horizontal típica del ojo humano. Cuando lo miramos es el que más ‘natural’ nos parece.

2:3 Vertical: Es la proporción vertical más utilizada para fotografiar sujetos u objetos verticales o un paisaje que queremos que tenga mayor profundidad. El ojo humano está más acostumbrado a realizar una lectura horizontal de lo que ve, por lo que un formato más vertical que este ya se podría considerar panorámico. La relación de aspecto 3:4 también resulta muy cómoda y flexible a la hora de componer verticalmente, aunque quizá no nos permita tanta profundidad como la de 2:3.

1:1 Cuadrado: El formato cuadrado tiene una relación de aspecto en la que el ancho y el alto son iguales. Lo cierto es que no suele ser un formato preconfigurado en muchas cámaras, por eso es más habitual conseguirlo reencuadrando la imagen posteriormente en edición. Al ser un formato muy estático donde la geometría que se impone es muy marcada, jugar con unas composiciones equilibradas será la clave para dominarlo.

2:1 Panorámico: Los formatos panorámicos son cada vez más utilizados en fotografía. Existen diversas relaciones de aspecto para conseguir una panorámica, pero el 2:1 es una de las más equilibradas, ya que tiene el doble de ancho que de alto. Esto permite al espectador recorrer la escena lateralmente con la mirada. Como ya sabes, puedes realizar una fotografía con una relación de aspecto determinada y luego reencuadrarla en edición con un formato 2:1 o realizar diversas fotografías de una misma vista y más tarde ‘coserlas’ con la técnica del photo stitching.

Panorámica realizada a través de la unión de varias fotografías de la misma vista.

Encuadres Según la Orientación

El otro factor comunicativo esencial para encuadrar tus fotografías será la orientación. Tiene mucho que ver con la relación de aspecto, pero va más allá de tener en cuenta los límites de la captura o los elementos que vamos a incluir dentro. Elegir la orientación no tiene tanto que ver con la técnica, sino más con la estética y la sensación que va a sugerir tu fotografía.

Horizontal: Esta es la orientación más común en fotografía. Es la forma más natural y sencilla de realizar fotos cuando coges tu cámara y la opción más cómoda de componer fotografías empleando técnicas como la regla de los tercios o el espacio negativo. También es la que estamos acostumbrados a ver en las pantallas de ordenador o de televisión.

Sin embargo, que sea la más utilizada, no la convierte ni en la mejor ni en la peor orientación. De hecho, hoy en día con la aparición de los smartphones y las tablets, la horizontalidad ha ido perdiendo su trono y el ojo humano también se está acostumbrando a leer en vertical. Por este motivo, dependiendo de la situación, el encuadre horizontal nos resultará más o menos útil.

Lo que debemos tener claro es que la orientación horizontal siempre suele sugerir estabilidad, simetría y tranquilidad, dándole énfasis al horizonte. Por eso es la más utilizada para paisajes o para elementos arquitectónicos que se encuentran dispuestos también horizontalmente.

Vertical: La orientación vertical es una excelente alternativa para fotografiar elementos cuya orientación es también vertical, como las personas, que son más altas que anchas. Por eso es el formato ideal para los retratos de medio cuerpo o de cuerpo entero. De hecho, para la mayoría de revistas de moda y actualidad es la orientación predilecta.

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La verticalidad en tu fotografía va a sugerir firmeza y fuerza. Siempre va a dar más énfasis a los planos verticales exagerando la profundidad de los fondos. También confiere más poder visual a las diagonales y las líneas, y por eso suele ser la orientación más utilizada para fines comerciales y publicitarios.

Inclinada u Oblicua: Este tipo de orientación, no se podría considerar como un encuadre propiamente dicho, porque ‘al uso’ sigue siendo horizontal o vertical. Sin embargo, conviene aislar este tipo de encuadre, porque se obtiene inclinando la cámara y, aunque el resultado sea vertical u horizontal, técnicamente la posición de encuadrar es distinta al tomar la foto. También lo habréis escuchado nombrar como plano holandés o perspectiva aberrante.

Es un formato mucho menos utilizado que los anteriores, pero es una alternativa muy útil para transmitir un determinado mensaje que sugiera dinamismo e inquietud. Suele utilizarse para fotografiar deportes extremos, objetos inestables o aquellas situaciones donde se pretenda enfatizar el movimiento y la acción.

Consejos Útiles para Encuadrar Fotografías

Cuando elegimos el encuadre que vamos a fotografiar, es muy posible que esa porción de realidad concreta posea algo ‘especial’ que ha atraído nuestra atención. Para poder captar esa ‘esencia’ vamos a tener que interpretar esa realidad de la mejor forma posible.

Como te he comentado al principio, hay muchos factores y herramientas que influyen para conseguir una buena composición fotográfica. Sin embargo, en este artículo me voy a centrar solo en el hecho de encuadrar.

Elegir el encuadre es un paso vital para conseguir una buena captura y debemos darle la importancia que merece. Para realizar un buen encuadre vamos a tener que conocer algunos recursos útiles para aprender a resaltar nuestro objeto o sujeto fotografiado y ser capaces de transmitir sensaciones. Vamos a ver algunos de ellos.

#1. Regla de los Tercios

Esta probablemente sea la regla de composición más conocida y la más sencilla de aplicar y aprender. Es bueno conocer todos estos consejos y reglas para luego saltárnoslas, puesto que no son reglas universales sino directrices orientativas y no estás obligado a cumplirlas al pie de la letra.

La Regla de los Tercios es muy simple, consiste en dividir el encuadre en 9 rectángulos iguales cortando la imagen con dos líneas imaginarias equidistantes, tanto verticales como horizontales. Con esto conseguiremos los cuatro puntos fuertes en los que las líneas se cruzarán. Según esta regla, es mucho más natural para el ojo humano que los elementos de la imagen se encuentren dispuestos donde se sitúan estos puntos y no justo en el centro de la imagen.

Cuando vayamos a encuadrar una fotografía podemos imaginar estas líneas para que nuestro elemento o elementos importantes se coloquen lo más cerca posible de las intersecciones de la cuadrícula, es decir, de los puntos fuertes. También puedes echarle un vistazo a la configuración de disparo, ya que algunas cámaras poseen la opción de visualizar esas líneas en el modo live view para facilitarte esta tarea.

#2. Regla del Movimiento

Como su proprio nombre indica, se trata de una regla con la que, si encuadramos siguiendo esta premisa, vamos a poder comunicar correctamente el movimiento. Consiste básicamente en dejar espacio en el lugar hacia donde se va a desplazar el sujeto u objeto fotografiado. Lo que debemos hacer a la hora de encuadrar es prever el movimiento que se va a realizar para dejar el espacio adecuado dentro de la composición.

Una regla muy similar a esta, es la Regla de la Mirada, que se aplica a sujetos fotografiados. Consiste en respetar la dirección hacia la que nuestro modelo fotografiado mira. Lo que tendríamos que hacer a la hora de encuadrar es dejar más espacio delante del sujeto, es decir, hacia donde dirige la mirada. Respetando tanto la mirada como la dirección, estaremos dotando de mayor expresividad a nuestras fotografías.

#3. Proporción Áurea

La proporción áurea es uno de los principios más primitivos de la composición visual, que se ha utilizado desde la antigüedad. Los griegos la identificaron como una proporción mágica o divina que es capaz de dividir el espacio en una imagen plácida y atractiva para nuestra visión. Dividiendo una imagen en una serie de rectángulos y uniendo algunos de sus vértices obtendríamos lo que se denomina la Espiral de Oro.

A la hora de componer, para tener en cuenta la proporción áurea deberíamos ser capaces de encuadrar nuestro sujeto u objeto fotografiado dentro de los puntos fuertes de esa espiral. Así podremos conseguir un resultado más armónico y equilibrado.

#4. Líneas y Horizonte

A la hora de encuadrar, las líneas (sean visibles o no), van a ser muy importantes para tomar tus fotografías. Según como las incluyas dentro de tu encuadre conseguirás que el espectador recorra esas líneas hasta el punto de interés que quieres remarcar. Puedes ayudarte de ellas para generar mayor impacto con tu captura.

 

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Es esta fotografía las líneas de las vías del tren enfatizan el punto de interés de la captura, en este caso, la chica alejándose.

La línea del horizonte, por ejemplo, es una de las más importantes a tener en cuenta. Según la altura a la que la coloques dentro de tu composición transmitirás una u otra sensación. Un horizonte muy alto, donde el cielo apenas se vea, dará mayor importancia a lo que se encuentre debajo. Mientras que si la línea del horizonte está baja, el peso visual recaerá sobre el cielo y las nubes.

Siempre conseguirás mayor estabilidad y equilibrio si colocas el horizonte coincidiendo con las líneas que albergan los puntos fuertes de la regla de los tercios. Un horizonte en el medio de la imagen, en la mayoría de los casos, no te dará el mismo resultado.

#5. Marcos Naturales

foto por Spiros Vathis (licencia CC)

Otro recurso interesante que puedes utilizar a la hora de encuadrar es el de enmarcar tu encuadre. Me refiero a elegir la porción de realidad que quieres capturar, pero viéndola a través de otro encuadre, es decir, creando un marco interno. Sería como rizar el rizo. Con los marcos naturales que te puede ofrecer la arquitectura o la naturaleza generarás un atractivo extra para la vista del espectador.

Encuadrar dentro de un encuadre puede sugerir en el observador una mayor sensación de estabilidad y orden, concentrando aún más la mirada sobre aquello que queremos que sea el centro de interés de nuestra captura.

#6. Minimalismo y Ubicación

Sea cuál sea el recurso que utilices para encuadrar tus fotografías deberás tener siempre en cuenta el elemento fotografiado. Incluir demasiados elementos dentro de tu encuadre puede desviar mucho la atención de lo que quieres transmitir. Por eso trata de crear un solo punto de interés para captar la atención del espectador.

Para ello deberás ser muy selectivo a la hora de escoger la ubicación del elemento dentro del encuadre. Según la sensación que quieras generar podrás alejarlo o acercarlo. Si lo que te interesa es el detalle, por ejemplo, deberás rellenar el encuadre todo lo posible. O si quieres fotografiar un paisaje, puedes conseguir mayor impacto visual incluyendo un pequeño elemento (como una roca o un árbol) en primer término.

Estos son solo algunos recursos que te pueden resultar muy útiles a la hora de encuadrar una fotografía. A partir de ahí vas a tener que poner en práctica todos tus conocimientos de composición para ir experimentando y practicando. El objetivo es seguir evolucionando y entrenando tus ojos de fotógrafo.

El Arte de Reencuadrar

Hemos visto los diferentes formatos y recursos que podemos utilizar en el momento que decidimos hacer nuestras fotografías in situ. Pero, ¿qué pasa si al llegar a casa y ver mis capturas no me acaba de convencer el encuadre que he hecho? Que no cunda el pánico, lo podemos arreglar.

La técnica del reencuadre, consiste en recortar una fotografía en un programa de edición para ajustar el encuadre, mejorar la composición, y por lo tanto, el resultado final de nuestra captura. El propio Henri Cartier-Bresson, como detractor de este tipo de práctica, afirmaba que la composición solo es válida si se realiza en el momento de la toma. Este pensamiento radical seguramente sea compartido por muchos fotógrafos, pero como ya te he dicho no existen las reglas, así que eres libre de utilizar la técnica si estás interesado en aprenderla.

Si eres principiante y quieres probar varios encuadres para ver qué sensaciones transmite cada uno o no vas a tener la posibilidad de volver a repetir una captura porque hiciste un viaje único, tampoco está de más que conozcas esta técnica para ponerla en práctica.

Mi consejo es que realices tus fotografías en el formato más amplio que te permita tu cámara. Luego siempre estarás a tiempo de reajustar tu composición en un programa de edición. De lo contrario, si has dejado fuera del encuadre algo que considerabas importante no vas a poderlo recuperar.

Una vez abras tu imagen en el programa de edición, te recomiendo que la recortes manteniendo una proporción concreta, como las relaciones de aspecto que hemos visto en este artículo. Juega con esas proporciones dentro de tu imagen y verás cómo cambia tu captura.

Ahora que lo sabes Todo, ¡No hagas ni Caso!

Sí que hay una cosa que es importante en la que deberías hacerme caso, y es en la de darle importancia a qué tipo de encuadre será mejor emplear según el tipo de fotografía que quieras captar.

En realidad no existen reglas demasiado estrictas que nos obliguen a elegir una orientación o una relación de aspecto determinada para cada momento. Mi consejo es que te atrevas a experimentar y a ver los resultados que vas obteniendo. Prueba a hacer una misma foto con diferentes encuadres hasta que encuentres el equilibrio que buscas o la idea que pretendes sugerir al espectador.

Cuando te digo que ‘no hagas ni caso’, me refiero a que no te ciñas a las normas. Si están ahí es para romperlas. Ser original y destacar por tener tu propio estilo es lo que te va a diferenciar de ser un fotógrafo más. Así que, ¡no tengas miedo de crear tus propias reglas y libera tu lado más artístico!

 

Fuente: https://www.dzoom.org.es/encuadre-fotografia/?utm_source=Bolet%C3%ADn+de+dzoom&utm_campaign=237dc7c649-FEED&utm_medium=email&utm_term=0_737e51cc8c-237dc7c649-13107861

Cómo mejorar tus fotografías de viaje

La fotografía de viaje consiste en inmortalizar la forma de vida de allá donde viajemos, ya sea al pueblo de al lado de donde vivimos o en una tribu perdida en la selva. Si queremos traernos de recuerdo algo más que un selfie, debemos observar, sentir y percibir ese ambiente nuevo para nosotros y representarlo en una imagen, para que cada vez que alguien vea esa fotografía, pueda impregnarse de todos esos sentidos que percibimos a la hora de disparar y pueda viajar a ese lugar solo con verla.

 

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Lago Inle, Birmania. MIGUEL MORENATTI

Qué equipo fotográfico llevar: Os sorprenderéis, pero solo viajo con una cámara y un solo objetivo. Cuanto más desapercibido pasemos, menos llamaremos la atención y mejores fotos improvisadas haremos. Un objetivo polivalente y luminoso, que cubra todas las necesidades. Yo suelo viajar con un 24-70 mm de Canon. Nunca llevo flash, prefiero aprovechar la luz por muy poca que sea y, si vamos a hacer fotos nocturnas, con un pequeño trípode será suficiente.

 

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Komodo, Indonesia. MIGUEL MORENATTI

Configuración de la cámara: ¿RAW o JPG? Siempre que dispongamos un editor como Camera RAW de Photoshop o Lightroom, recomiendo tirar en RAW. Nos dará mucho más opciones para editar las luces y colores sin que la foto sufra y pierda calidad. Serán archivos más pesados, pero con las tarjetas de memorias y los discos externos que hay actualmente, no tendremos problemas de almacenamiento. Para la configuración de la cámara recomiendo dos opciones: Manual o AV. En «manual» tendremos libertad para elegir velocidad de obturación y diafragma dependiendo de la luz que haya. Aunque la opción «AV» o prioridad de diafragma, es mi preferida; yo elijo qué diafragma usar (que por lo general es f2’8) y la cámara me pone automáticamente la velocidad. Así las fotografías tienen una reducida profundidad de campo, desenfocado los fondos y realzando los primeros planos. A la hora de editar, prefiero fotos oscuras a luces quemadas, así que suelo subexponer un punto y medio todas mis fotos.

¿Debemos pedir permiso antes de hacerle una foto a alguien? -No! Seguramente recibiré muchas críticas por mi respuesta, pero os explicaré por qué y cómo yo lo hago. Cuando observamos una escena que nos interesa fotografiar, pedir permiso rompería ese ambiente natural para convertirse en algo observado y forzado. Recomiendo hacer discretamente la foto, mostrársela, y siempre borrarla si nos lo pide, aunque os aseguro que casi nunca os pedirá eliminarla.

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Komodo, Indonesia. MIGUEL MORENATTI

Paciencia; el secreto para una buena foto: Encontramos una localización que nos gusta; una calle, una esquina, un puente, un árbol… Estamos de vacaciones y tenemos tiempo. Esperemos! Esa localización que tantos nos gusta irá cambiando; se irá decorando con el paso de la gente, el vuelo de un pájaro, el cambio de luz, de las sombras… Con paciencia tendremos la composición perfecta. Aunque por mucho que nos guste nuestra fotografía, siempre se podrá mejorar, todo depende del tiempo que empleemos.

Visita los mercados por el día y las zonas turísticas de madrugada: ¿Has paseado por Roma, París o Praga a las dos de la madrugada? Cuando los palos selfies duermen y las calles perfectamente iluminadas son para nosotros solos. Es el momento perfecto; coge el trípode y sal a hacer fotos. Por el día, vete a los mercados, donde brota la vida local. Pasa desapercibido, no te cuelgues la cámara al cuello; mide la luz que haya y tenla siempre preparada. Hay mercados interiores con luces increíbles, aprovéchala subiendo los ISOS mientras juegas con los colores de las frutas y verduras, que nos dará una composición perfecta.

La hora dorada: Hay momentos del día que hay una luz mágica, en el que las características de la luz permiten obtener unos colores que no se pueden conseguir de ninguna otra manera. Los colores se vuelven cálidos y suavizados con una tonalidad dorada. Para saber cuando dispondremos de este regalo de la naturaleza; la primera hora dorada del día se inicia justo antes del amanecer y continua aproximadamente una hora. La segunda hora dorada comienza alrededor de una hora antes del atardecer y termina justo después del ocaso. Aprovechar las horas de Sol del medio día para encontrar localizaciones y volver a la hora dorada para hacer la foto.

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Monte Fuji, Japón. MIGUEL MORENATTI

Aparta el ojo del visor y disfruta tu momento: Hay momentos únicos durante el viaje que marcarán nuestras mejores fotos, pero que lo veremos a través del visor. Aparta de vez en cuando el ojo de la cámara y disfruta ese momento irrepetible. No conviertas los mejores momentos en preocupaciones con el encuadre o la luz. Las fotos son para siempre, pero un buen recuerdo nunca se olvida.

 

Artículo original https://elpais.com/elpais/2017/06/27/punto_de_enfoque/1498555559_953178.html

 

 

Consigue Fotografías Originales Gracias a Una Bola de Cristal

Además de para adivinar el futuro, una bola o esfera de cristal puede convertirse en un buen accesorio fotográfico. En fotografía siempre andamos buscando ideas originales para capturar con nuestras cámaras y así sorprender un poco a quienes observan nuestras imágenes. Para muchas de ellas necesitamos algún accesorio, y aunque una bola de cristal no sea estrictamente algo vinculado a la fotografía, puede ofrecernos resultados sorprendentes. Si lo que estás buscando son tomas realmente originales, no te quedes sin leer este artículo.

 

Añade Un Toque de Originalidad a Tus Fotos

 

Como te decía una bola de cristal puede convertirse en algo más que en un objeto para adivinar el futuro. Se trata de un accesorio bastante económico, que podemos usar para cualquier temática que se nos ocurra, como fotografía de paisajesarquitecturaamaneceres y atardeceresretratos divertidos, fotografía urbana… Para todas, nos ofrecerá un punto de vista diferente con cierto toque de originalidad. Eso sí, como en todo, deberemos tener en cuenta algunas variables para conseguir la toma que deseamos.

 

Premisas Para Trabajar con Una Bola de Cristal

 

¿En qué cosas deberemos fijarnos a la hora de trabajar con una bola o esfera de cristal?

1. El tamaño. No es lo mismo trabajar con una bola de cristal pequeña que con una grande. Cuanto mayor sea la esfera más cómodamente podremos trabajar, y será más fácil rellenar el encuadre con ella. El problema es que el peso también será mayor, y eso hará que sea menos portátil y que para la mayoría de las situaciones necesitemos un soporte sobre el que colocarla. En este ejemplo podemos comparar una de 40 mm, la cual se puede llevar siempre en la mochila por lo poco que ocupa y pesa, y otra de 80 mm. La de 80 mm nos dará resultados más atractivos, pero llevarla implica más espacio y peso en la mochila, por lo que debemos valorar cuál es la que necesitamos para cada ocasión.

 

2. La refracción. Cuando fotografiamos a través de un objeto de masa densa y transparente, como puede ser una bola de cristal o un vaso de cristal con agua, se produce el fenómeno de la refracción. La luz pasa a través de ellos, se dobla y se produce una distorsión que hará que la imagen aparezca del revés. En realidad nuestros objetivos trabajan de la misma manera, así que añadir una bola de cristal sería como colocar una lente adicional que podemos desplazar alrededor de la escena.

3. Efecto ojo de pez. ¿Sabías que una bola de cristal nos ayudará a simular el efecto de ojo de pez, y es mucho más barato que comprarse un objetivo ojo de pez? Este tipo de lentes se caracteriza por cubrir un campo de visión de 180º o incluso más, y con una bola de cristal podrás simularlo

4. La distancia de enfoque. Uno de los aspectos más difíciles a la hora de hacer fotografías a través de una bola de cristal es el control de la distancia mínima de enfoque. Dependiendo del objetivo que utilicemos, descubriremos que tenemos que alejarnos más o menos de la bola para poder enfocarla y hacer la foto.

 

5. La distancia de la bola al motivo fotográfico. Cuanto más cerca esté la bola de cristal al motivo que vayamos a capturar a través de ella (siempre teniendo en cuenta la distancia mínima de enfoque de la lente), la distorsión será más evidente, algo que queda muy bien si introducimos en el encuadre elementos con líneas como una valla por ejemplo. Conforme alejamos la bola de ese motivo, la escena quedará reflejada a través de la esfera de una manera más realista.

 

Pasos para Hacer Fotografías con Una Bola de Cristal

 

Veamos cuáles son los pasos recomendados que deberemos seguir a la hora de realizar una toma a través de una esfera de cristal.

  1. Elegir la escena que vamos a fotografiar. Lo habitual será que escojas aquellas escenas que capturarías con un objetivo angular, como un paisaje por ejemplo, de tal forma que en la bola se atrape toda la composición. Eso no quita que quieras innovar y hacer un retrato a través de la esfera, que aunque salga algo distorsionado y con una proporción que no es la adecuada, puede aportarle un toque divertido a tu fotografía.
  2. Intenta que el sol esté siempre detrás de ti. De esa forma iluminará toda la escena que aparecerá en la bola.
  3. Coloca la esfera en un lugar en el que no se vaya a caer. Sitúala sobre una superficie plana en la que te asegures de que no se vaya a mover o caer, o en el soporte que trae al comprarla. También puedes hacer tomas en las que sea tu mano o la de otra persona la que la sujeta.

 

4. Compón la imagen a través de la bola de cristal. Para muchas tomas, es interesante que se perciba algo del horizonte también en el fondo que queda tras la bola, aunque la escena protagonista esté dentro de ella.

5. Enfoca la escena que se ha quedado a través de la esfera. Para ello puedes ayudarte del enfoque en modo manual y del live view de tu cámara. Te aconsejo que a este paso le dediques el tiempo necesario, ya que en ocasiones la cámara enfoca la bola, pero no en el punto adecuado.

 

6. Escoge la apertura de diafragma adecuada. Si lo que deseas es que el fondo salga borroso para que destaque la esfera y su escena, entonces utiliza números f inferiores a f/4. Si quieres que el paisaje en su conjunto se aprecie más, entonces utiliza un diafragma en entre f/8 y f/10.

7. Haz la fotografía y repítela tantas veces como haga falta hasta que quedes satisfecho con tu toma.

 

Algunos Consejos Extras

Ahora que ya conocemos cuáles son los pasos que debemos seguir a la hora de hacer una fotografía a través de una bola de cristal, veamos qué consejos nos pueden venir bien para realizar este tipo de capturas.

 

  • Mantén la bola en la sombra si puede ser. Si colocamos nuestra bola de cristal en la sombra evitaremos los reflejos indeseados del sol y del cielo que pueden empeorar nuestra toma. Por eso, intenta buscar siempre la sombra de un árbol, un edificio o incluso puedes usar un difusor para al menos suavizar la luz que le incide.
  • Busca un lugar sobre el que colocarla. Podemos hacer la fotografía sujetando la bola nosotros mismos e introducir de esa manera el factor humano en la composición, pero eso nos restará movilidad. Lo mejor es que busques un lugar sobre el que colocarla, o que uses los soportes que suelen ir con ellas cuando las compras. De esa forma podrás trabajar cómodamente, y buscar ángulos y perspectivas más atractivas, consiguiendo que la composición de la imagen sea mejor. 
  • Coloca la bola elevada del suelo. Como te comentaba antes, la bola de cristal voltea y distorsiona la escena que vamos a fotografiar. Si colocamos la esfera en el suelo gran parte de la reflexión va a ser simplemente el suelo. Si la zona del suelo es importante en tu toma perfecto, pero sino, trata de elevar un poco su posición y así conseguirás centrar más le escena. Seguirá saliendo la parte del suelo, pero la composición quedará más equilibrada porque captaremos más cielo. 

    Dependiendo del ángulo con el que hagamos la captura variará mucho el resultado final.

  • Utiliza el objetivo adecuado. Depende de la situación que queramos captar, usaremos una lente u otra. Una de las más recomendadas será la lente macro, ya que con estas podremos acercarnos mucho a la bola y enfocar sin problemas. Si no dispones de un objetivo macro, también puedes usar una focal larga o teleobjetivo y alejarte para enfocar, con esto también podrás jugar con la escasa profundidad de campo y diferenciar así de forma más evidente el fondo del contenido de la bola. Además también te permitirán una perspectiva y un efecto atractivo. Por último, puedes usar lentes más angulares e integrar la bola en la escena para captar la atención de quien observa la imagen.
  • Sitúa el foco en el contenido de la bola de cristal. Nos interesa que lo que aparezca enfocado sea el paisaje o el motivo que hemos captado y está en la bola, no el de fondo, por lo que a la hora de enfocar la imagen comprueba que enfocas la zona adecuada. Ten mucho cuidado porque a veces puede que enfoquemos los bordes de la esfera de cristal, pero la imagen que aparece en el interior quede desenfocada

 

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  • Indícale a tu cámara la apertura de diafragma adecuada. Si lo que queremos es que el contenido de la bola de cristal destaque respecto al fondo, entonces opta por aperturas de diafragmas amplias, o lo que es lo mismo, números f que sean bajos. De esta manera haremos que la profundidad de campo se reduzca, y se enfatice la atención en lo que aparece en ella. Si lo que pretendes es que el fondo también se adivine y quede integrado dentro de la composición, entonces sube el número f hasta f/8 o f/11.
  • Procura limpiar tu bola de cristal antes de realizar la fotografía, e intenta no tocarla con las manos desnudas, ya que las huellas dactilares la ensuciarán y eso va en detrimento de nuestra fotografía. 

    En esta fotografía comprobamos que una huella en la esfera puede estropear nuestra fotografía.

  • Guarda bien tu bola. No deja de ser cristal, y por eso es muy delicada. Cualquier golpe puede romperla, así que cuando la vayas a transportar ponla entre telas o materiales acolchados, para evitar que corra peligro.
  • Voltea la imagen de vez en cuando. Como te explicaba, debido al efecto de la refracción nuestra imagen en la bola de cristal saldrá invertida. Eso le da cierto contraste a nuestra imagen que hará que capte la mirada de quien la observa, pero en ocasiones un buen recurso puede ser voltear la imagen en edición de tal forma que lo que quede invertido sea el fondo y no la imagen que Aparece en la esfera
  • ¡No te quemes! Si coges la bola de cristal con las manos en un día soleado ten cuidado, ya que ésta actuará como si fuera una lupa y puede llegar a quemarte

 

 

Experimenta y Capta Tus Pequeños Mundos!

Como has podido comprobar, la bola de cristal nos permite de alguna manera capturar pequeños mundos que le otorgan un toque de originalidad a nuestras imágenes. No es un recurso para utilizar en todo momento, pero sí que puede ser interesante para utilizar en ciertas ocasiones.

 

Fuente: https://www.dzoom.org.es/fotografia-bola-cristal