Imagen Corporal en la Adolescencia

La adolescencia es una etapa del desarrollo humano en el que ocurren cambios rápidos y de gran relevancia. Junto con los cambios físicos ocurren procesos psíquicos que van a ir modelando la construcción de la identidad, tarea fundamental del desarrollo en este periodo.
El cuerpo, en esta etapa adquiere una relevancia fundamental en la definición de la propia identidad, en cuanto a que es el medio por el cual somos vistos y nos reflejamos al mundo. Rosen (1995) señala que la imagen corporal es el modo en el que uno se percibe, imagina, siente y actúa respecto a su propio cuerpo, la cual va construyéndose evolutivamente.
Con respecto a los acelerados cambios corporales que acontecen en la adolescencia, Gaete (2015) propone: Las rápidas transformaciones corporales en la etapa de la adolescencia temprana (10-14 años aproximadamente) llevan al adolescente a preocuparse en forma creciente por su imagen, a focalizarse en hallazgos físicos triviales, a hacerse repetidamente la pregunta ¿soy normal? y a necesitar reafirmación de su normalidad. Está inseguro respecto de su apariencia y atractivo, y compara frecuentemente su cuerpo con el de otros jóvenes y con los estereotipos culturales.
La opinión o el sentimiento que tiene cada persona sobre sí misma es importante para su desarrollo vital, su salud psicológica y su actitud consigo mismo y hacia los demás. En el caso de las/os adolescentes, cobra más importancia esta situación, ya que si es importante conocer la estima de una persona cuando es adulta, aún lo es más descubrir cómo es esa imagen o actitud cuando se está formando y la persona se encuentra en constante cambio, para valorar y prevenir posibles alteraciones.
A la hora de valorar la imagen corporal, tanto en su dimensión perceptiva (sobreestimación), como en su dimensión emocional (insatisfacción), en la población adolescente se ha visto que una de las alteraciones más frecuentes con respecto a la imagen corporal es la insatisfacción corporal, definida como una manifestación de desacuerdo que genera el individuo con la forma y tamaño de su cuerpo o partes de él, que en muchas ocasiones no se corresponde con una realidad objetiva.
Lamentablemente esta realidad es mucho peor en mujeres, debido a la sociedad en que vivimos en que los roles de género aún están muy marcados y existe mucha mayor presión para el género femenino de cumplir con ciertas características físicas para encajar en el rol de mujer, para agradar al resto, y ser valorada.
Esto es un problema del siglo XXI, influenciado por las tecnologías y el auge de las redes sociales, la aparición de las figuras “influencers”, el crecimiento de los medios de comunicación sobre el culto al cuerpo y a la imagen, y miles de factores que generan que los adolescentes (en especial las adolescentes) compare su imagen con la de los iguales, los idealice y provoque un sentimiento en ellos que puede dificultar el correcto desarrollo físico y psicológico.
Estudios del año 2013 basado en investigaciones efectuadas en Gran Bretaña, Estados Unidos, Suecia y Australia, demostró que el 80 % de las mujeres adolescentes estaban preocupadas por su imagen corporal, considerándose obesas más del 50 %, mientras que la medición del estado nutricional reveló que solo lo eran el 25%.

Cómo ayudar a adolescentes a superar sus problemas de imagen

1.Predica con el ejemplo: Si deseas que tu hijo/a se quiera así mismo, empieza por hacerlo tú mismo. Aunque quizás hayas dejado de ser la única referencia para tu hijo/a, sigues siendo un modelo muy importante.

2. Habla con él o ella sobre los estereotipos de belleza: Es importante que los jóvenes comprendan que la belleza es una construcción subjetiva, “la belleza está en el ojo de quien lo mira”.

3. Refuerza sus cualidades: Refuerza aquellas iniciativas que expongan sus cualidades; es esencial hacerle saber que el éxito y la felicidad no dependen solo de la belleza física.

4. Explícale que le está pasando: El proceso de madurez conlleva toda una serie de cambios a nivel físico que no siempre son del gusto de quien los sufre. A pesar de eso, es algo natural; de hecho, muchas de las descompensaciones que pueden producirse en esta evolución corporal, y que pueden desagradar al adolescente, al final terminan corrigiéndose solas. Así, esta información puede servirle para alejar el malestar.

5. Regula la exposición a redes sociales y contenido sobre adolescentes: Un uso responsable de las redes sociales implica regular la cantidad de tiempo que se les dedica. De igual modo, ayudar a los adolescentes a superar sus problemas de imagen requiere vigilar el contenido al que se exponen.

6. Valora la atención profesional: En ciertos casos, los problemas de imagen en adolescentes pueden generar profundos desequilibrios emocionales. Si sientes que los conflictos de tu hijo, lejos de resolverse, se intensifican o reproducen con el tiempo y afectan su salud, busca ayuda profesional.

Este blog fue creado gracias a la información entregada por la Dra. Francisca Corvalán Ramenzoni, Médico Psiquiatra infanto juvenil.