Cómo practicar meditación en casa

Como todas las cosas buenas en la vida, la meditación requiere de práctica y constancia. Acá te dejaremos los primeros pasos y técnicas para ponerlas a prueba.

Encuentra un lugar tranquilo en tu casa donde puedas meditar. No siempre se dispone de espacio exclusivo para esta tarea, pero sí puedes ambientarla en el momento que te dediques a practicar la meditación. Puede ser dentro de la casa o afuera en un patio, jardín o terraza. El lugar debe estar limpio y ordenado y en lo posible con poco ruido ya que va a dificultar la concentración.

Busca el momento adecuado para meditar. Si es posible, es bueno meditar siempre a la misma hora, pero no es excluyente, hacerlo a la misma hora facilita crear el hábito. Los momentos ideales son temprano por la mañana porque tu mente está descansada y sino por la noche, antes de dormir, ya que ayuda a la relajación y a conciliar el sueño.

Adopta una posición cómoda. Ahora es muy importante que te posiciones de forma correcta para poder empezar a meditar, correcta significa sobre todo que estés cómodo. La postura más recomendable es sentarse en una silla con la columna recta. Y la otra es la clásica posición de loto; debes sentarte en el piso sobre una almohada o colchoneta con las piernas cruzadas. Para empezar a meditar no se recomienda la posición acostada ya que lo más probable es que te quedes dormido/a.

Conéctate con tu cuerpo. Para lograrlo comienza cerrando los ojos y respira inhalando lentamente por la nariz, y soltando el aire despacio por la nariz. Esta respiración debe ser bien lenta y durante al menos unos 5 minutos. Al correr los días vas agregando de a 5 minutos hasta llegar a 20.

Los pensamientos son clave. Al comenzar con la respiración, la mente se concentra en cada inhalación y en cada exhalación. No realizas ningún esfuerzo ni movimiento, entonces si realizas bien el ejercicio pronto tu mente entrará en un estado de calma relajado y natural. Entraste al estado meditativo. Para lograr mantenerte así por el tiempo que lleve la meditación, aunque te aparezcan pensamientos, déjalos pasar tratando de no desconcentrarte. Este último paso requerirá muchas sesiones de práctica.

Meditar en casa te ayudará a sentirte protegido/a, equilibrando el sistema nervioso, eliminando estrés y ansiedad. Además, te dará una perspectiva mucho más clara de tu día a día.

Así que… ¡Qué esperas! Comienza hoy y dale un respiro a tu día.