Si eres comerciante de empresas pequeñas o estás planeando tu primera tienda pop-up, tu ventana o vitrina es una de las armas más poderosas de tu arsenal de herramientas para destacarte de la competencia y atraer clientes. No sólo te enfrentas cabeza con cabeza con otros pequeños negocios, sino también con esos molestos minoristas grandes y cadenas de tiendas. Por suerte para ti, la mayoría de las pequeñas empresas prestan poca o ninguna atención a la creación de vitrinas o escaparates efectivos debido a los recursos limitados, mientras que todas las tiendas grandes están demasiado ocupadas siendo demasiado uniformes y aburridos para algunas personas.
Eso significa que ésta es tu oportunidad de utilizar las vitrinas como una manera de no sólo destacar tu personalidad única, sino voltear las miradas de los transeúntes y comprometerlos lo suficiente como para detenerse, mirar hacia atrás, y entrar a tu tienda donde tu personal o productos pueden hacer que hagan una compra.
¿Suena bien no?
Tal vez estás pensando, «Yo no soy un diseñador», o «yo no tengo una pizca de creatividad en mi cuerpo», y todas esas otras excusas que nos enseñaron a hacer cuando nos enfrentamos con algo que nos obliga a aprovechar nuestro lado artístico. Este post probablemente te haga todos esos miedos a un lado, especialmente si no tienes el presupuesto para contratar a un profesional, y te preparará para dominar el arte de poner vitrinas inolvidables para tu tienda.
Vamos a empezar.
Arma tu caja de herramientas visuales
Antes de empezar a averiguar qué material usar con qué producto o cómo hacer un collage sobre la historia de la camisa que estás vendiendo, empieza por asegurarte de que tienes las herramientas necesarias para poner tu mejor pie adelante. En otras palabras, no quieres estar en el proceso a mitad del camino sólo para darte cuenta que no tienes una cinta métrica, e interrumpir tu paso y regresar más adelante. Así pues, aquí están todos los componentes básicos que necesitas para empezar:
- Cinta métrica
- Tijeras
- Engrapadora
- Cinta doble cara
- Martillo y clavos
- Cuchillo
- Pistola de silicón y silicón
- Desarmador y tornillos
- Pluma, lápiz, marcador, y una libreta
- Cualquier artículo no relacionado con la mercancía
Empieza con una historia basada en un tema
Cuando se trata de conceptualizar una vitrina, siempre es útil comenzar con un lápiz y papel. La razón por la que digo que es importante comenzar con una historia basada en un tema, a diferencia de un tema por sí solo es porque te puedes volver loco con al querer poner todos tus productos naranjas y negro cuando es Halloween, todos los de color rojo y verde en Navidad, o todos tus productos de color rojo y rosa cuando llega San Valentín y así sucesivamente. Lo que debes hacer es empezar con un tema, pero usa tu destreza de narración para convertirlo en algo más sofisticado.
Por ejemplo:
- En lugar de «Navidad», piensa en «Cascanueces»
- En lugar de «Halloween», piensa en «Sleepy Hallow»
- En lugar de «San Valentín», piensa en «La malicia de Cupido»
- En lugar de «Acción de Gracias,» piensa en «Vestir a un pavo»
Crea un punto focal
Una vez que tengas un borrador, una historia basada en un tema, tómate un momento para salir a la calle y realmente darle a tu ventana un buen aspecto. Al hacerlo, serás capaz de determinar cuál es la altura de los ojos de tu cliente, donde está la línea central, y si se pueden incorporar elementos como objetos suspendidos del techo y así sucesivamente. Siéntete libre de tomar un poco de cinta y marcar algunas de esas áreas mencionadas anteriormente desde fuera.
Desde allí tendrás una buena idea de cuál debe ser el punto central o focal, o a dónde quieres que tus clientes potenciales vean y qué tan grande debe ser, de modo que incluso en el otro lado de la acera, tengas la oportunidad de captar su atención. También empieza a pensar en la disposición de los productos dados su punto focal, van a consistir en líneas rectas o curvas, van a ser una pirámide o una forma circular, y así sucesivamente.
Destaca en todos los sentidos
Seamos honestos, la capacidad de atención de la sociedad se está reduciendo a alrededor de menos de una milésima de segundo con todas las multitareas que las personas hacen en estos días. Puedes apostar que la mayoría de la gente que camina por tu tienda estarán haciendo malabares entre una conversación con un amigo, mensajeando o paseando a su perro. Eso significa que tienes que hacer todo lo posible para asegurarte de que se detienen un momento y si tienes suerte sorprendidos y no sólo mirarán, querrá tomar fotos con su smartphone y compartirlos con el mundo.
Así que, ¿con qué debes destacar? Destaca con colores, formas y accesorios. Lo que significa que debes pensar fuera de colores como el rojo y piensa más en un fushsia llamativo – pero usa tu mejor juicio y mantén todo coherente con tu marca y tus productos, por supuesto –. Los accesorios también son una gran manera de pensar poco convencional, especialmente teniendo en cuenta la disponibilidad de todos los diferentes materiales de arte fácilmente disponibles en tu tienda de arte local. Piensa en cortar planchas de espuma, papel mache, o cualquier otra cosa que pienses que sería apropiado para tu marca y tienda.
Mantenlo sencillo
También es muy fácil dejarse llevar y tratar de poner cada uno de tus productos en la pantalla, pensando que de alguna manera todo se junta. Sin embargo, en lugar de llamar la atención a tu ventana, tienes mayor probabilidad de repeler y abrumar tráfico peatonal potencial. No trates de hacer demasiado o terminarás con una vitrina concurrida.
Siempre, ten en cuenta tu objetivo, que es llamar la atención sobre tus productos y ayudar a los clientes a reconocer rápidamente el sentido en el arreglo de tus productos y por qué ciertos productos se agrupan con otros. Eso también significa mantener la ventana libre de desorden y ser capaz de justificar por qué se incluye cada componente.
El balance es la clave
Al crear una vitrina, vas a tener objetos grandes y pequeños, colores oscuros y claros, luces y sombras, y así sucesivamente. Es importante equilibrar los diferentes elementos que van a desplegarse con el fin de crear una estética agradable a la vista.
Por ejemplo, por lo general es mejor colocar artículos más oscuros en la parte inferior, y los objetos más ligeros y más coloridos en la parte superior. Esto ayudará a evitar que la pantalla se vea demasiado pesada. Del mismo modo, si colocas todos los objetos grandes a un lado y todos los pequeños en el otro, tendrás un escaparate desequilibrado.
Confía en tu juicio y ten una idea de qué emoción está evocando la pantalla. Con una pantalla equilibrada, tendrás más probabilidades de crear sentimientos de felicidad, emoción y diversión, mientras que una pantalla desequilibrada puede ser señal de ansiedad o inestabilidad, aunque en un nivel subconsciente.
Presta atención a la luz
Cuando se trata de los pequeños minoristas que quieren crear escaparates eficaces, la iluminación puede ser a veces un pensamiento posterior o algo en que pensar si tienes el presupuesto para «costos adicionales», sin embargo, la iluminación puede ser un componente crucial en el camino a que la gente se detenga.
No necesariamente puedes jugar con la luz y sombras para obligar a la gente a prestar atención al elemento iluminado de una manera más dramática, pero hacerlo es bastante rentable al momento de ayudarte a conseguir el punto focal correcto y dirigir los ojos curiosos a donde los quieres.
Se recomienda no dirigir la luz directamente a las vitrinas desde la parte superior ya que se producen sombras poco atractivas, en su lugar considerara la posibilidad de que las luces estén ligeramente a los lados y al frente de la pantalla. Esto pondrá en evidencia la calidad 3D de la pantalla y puedes pasar un buen rato cuando tienes luz que viene desde diferentes ángulos.
Un consejo final
Una vez que tengas todas las piezas donde las quieras, asegúrate de echar un vistazo a la ventana desde todos los ángulos posibles. Camina hasta ella desde diferentes direcciones y comprueba cosas como tu punto focal, qué tan visible es tu señalización o llamadas a la acción, y si todo está equilibrado.
Si estás satisfecho y feliz con los resultados, felicidades, tienes una vitrina excelente. Si no, no seas tan duro contigo mismo y descubre lo te hace falta y cómo mejorar la próxima vez. Porque, incluso si tienes la mejor vitrina de mundo, con el tiempo, la gente se aburrirá de pasar por ella. Lo que significa que tienes que cambiar de vez en cuando y mantener las cosas frescas, lo cual es perfecto ya que la práctica crea vitrinas perfectas que harán tener a la gente en la puerta y que se enamoren de tu marca.
(Crédito de las imágenes: Retail Design Blog, Clog, Maria Brenny, Kristin Lauer, Truly Deeply)